¿SEGUIMOS
A CRISTO?
Por Hector Yepez Director MFC Guayaquil

¿Quées ser un discípulo? Aquel que se pone voluntariamente bajo la
guía de un maestro, este es un discípulo.
Es indispensable que el
creyente, cristiano católico, se ubique en este cuestionamiento, momento por
demás conocido para todas las personas en la historia de la Iglesia y por
supuesto en las Sagradas Escrituras.
Todos, en algún momento de su historia, nos
vemos confrontados ante la pregunta, ser o no ser, en este contexto lo que
creamos nos va a interpelar profundamente, y al cristiano mucho más aún.¿Por
qué?Porque la historia de nuestros pecados nos va a llevar necesariamente a un
encuentro con aquel que le dijo a la samaritana: “Si túsupieras quién es el que
te dice dame de beber, túle pedirías a él y él te daría agua viva“.Ytambién, el
día más importante de la fiesta, Jesús puesto en pie grito: “si alguno tiene sed
que venga a mí, el que cree en mí, como dice la escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva“.
Esta opción es la que nos lleva no a seguir una
doctrina, sino a seguir a una persona: este es Jesús, quien al tomarnos como seguidores
—esto es, discípulos—, nos encaminahacia la vida en el Espíritu. Esta vida en
la que el creyente por decisión obediente pasa a ser guiado por el Espíritu
Santo, es la única forma de vida que realmente da gloria a Dios. Jesús dijo que
los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y verdad, que así son
los adoradores que el Padre busca, y también que la gloria de mi Padre esta en
que seáis mis discípulos y llevéis mucho fruto.
Siendo este el presupuesto que Cristo establece
para los que creen en él, incluso va más allá cuando claramente dice: “Si
alguno quiere venir en pos de mi, tome su cruz cada día y sígame, porque el que
quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mi, la
encontrara”. Y también dice: “el que no esta conmigo, está contra míy el que no
recoge, desparrama”.
Esta posición inflexible de Jesús nos orilla a
un cuestionamiento mayor. Ya Tomás le pregunto: ¿cómo podemos saber el camino?.Y
Jesús respondió:“Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida. Nadie va al Padre sino
por mí”.
En estos tiempos que vivimos, donde el
relativismo, el individualismo, el racionalismo, el consumismo, el hedonismo y
todos los otros ismos, nos invaden y desestructuran al creyente y lo rediseñan
para vivir un cristianismo falso, humanista y transigente con un sabor a
“respetos humanos”, donde la verdad no importa, sino solamente ser “bueno”
dentro de una moral totalmente relativa,
donde la doctrina que se expone a los fieles se ve algunas veces sincretista,
y otras tergiversada, esto es “no importa lo que creas, basta con que seas
espiritual y vivas dentro de la buenas energías y viviendo el “amor”, donde,
además la familia se ve atacada en su real identidad, llamando familia a
cualquier cosa que reúna a dos o mas personas, y la lista sería interminable en
cuanto a los caminos erráticos que se le brindan no solo a la persona de hoy
sino también al creyente, tenemos necesariamente que volver la vista a Jesús
que también nos dice: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en
tinieblas”.
Él no es un iluminado como se le decía a Buda.Jesús
es la Luz.No es un moralista como otros muchos, no es un defensor de los
derechos humanos, no es un revolucionario para imponer un nuevo orden social,
no, Jesús es Dios encarnado, es la palabra hecha carne en el vientre sin mancha
de la Virgen María,es el que lo hizo todo de la nada, ya que todo fue creado
por el y para él y todo tiene en él su consistencia. Él es la solución a toda
existencia y la Luz para todapersona y el único camino por el que podemos y debemos
transitar.Por eso debemos fijar nuestros ojos en él que es quien inicia y
consuma la fe. ¿Qué nos pide Jesús? Que lo sigamos y guardemos su palabra, ya nos lo dice en el
evangelio: “Si alguno me ama, mi palabra guardará y mi padre le amará y
vendremos a el, y haremos en él morada.”
Usted y yo, estimado(a) amigo(a), ¿somos
discípulos de Jesús?, ¿Él es nuestro Señor? Realmente ¿obedecemos su Palabra? ¿Opodría
ser que nos veamos interpelados por el propio Cristo que dijo: “ay de vosotros cuando
todos hablen bien de ustedes porque así trataban vuestros padres a los falsos
profetas”?
La ruta estápuesta, el camino está trazado y se
trata de llevar a Jesús en nuestros corazones manteniendo una conciencia recta,
una fe sincera y un corazón limpio, que es la fuente de donde procede el
verdadero amor.
Una conciencia recta no solo es moral, sino también
una conciencia que nos permite pensar rectamente de Dios y que nos hace
concebir pensamientos dignos de sus dones, con criterios iluminados por la fe,
siendo esta una fe viva, más allá de una fe racional, critica y que no
convierte a nadie,sino una fe fuerte y llena de convicción que pueda incluso
trasladar montañas yun corazón nuevo que nos permita ser transformadospor la
gracia del Espíritu Santo en vasos de misericordia para todos los que nos
rodean, creyentes y no creyentes,y no en surtidores de sentencias morales que
descalifican a todos con los que no estamos de acuerdo, que acostumbran apagar
la mecha humeante y rompen la caña quebrada.
Dios, que hace todas las cosas nuevas, y llama
a los que no son para que sean,nos dé la gracia de tener mentes sensatas donde
habite la sabiduría, manos diligentes que siembren en el amor, que nos haga ser
prudentes administradores de sus gracias, astutos como serpientes y mansos como
palomas, que llevemos su yugo sobre nosotros y que podamos aprender de Él que
es manso y humilde de corazón, que sembremos la justicia en la verdad para
cosechar el fruto de la paz y llevemos su luz por dondequiera que caminemos.
El,que es Padre de la luces y hace salir su sol
sobre buenos y malos nos concederá todas las cosas incomparablemente mejor de
lo que podemos pedir o pensar conforme a sus riquezas en Cristo Jesús, de
manera que así podamos, siendo discípulos, vivir de una manera digna del Evangelio
que hemos recibido.
Gracias por su tiempo, y muchas bendiciones a
usted y su familia.
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