El Vaticano consagrado a San Miguel Arcángel
Quien como Dios |
El viernes 5 de julio de 2013, el Santo Padre Papa Francisco I, consagró el
Estado de la Ciudad del Vaticano a san Miguel Arcángel, campeón de la primacía
y del poder de Dios, y a San José, Patrono de la Iglesia Universal.
Llama la atención, este hecho que nos recuerda a al Papa León XIII y a Pio
XI, que hicieron de la oración a San Miguel Arcángel, oración obligatoria en
todas las misas, León XIII desde el 13
de octubre de 1884, y Pio XI pidió hacerla de rodillas el 30 de
junio de 1930. La iniciativa de esta consagración se la debemos al Papa
Benedicto XVI, y que la realizo nuestro actual Papa Francisco, consagración que
incluyó un monumento del Arcángel Miguel en los Jardines Vaticanos: «Nos hemos
dado cita aquí en los Jardines Vaticanos para inaugurar un monumento dedicado a
San Miguel Arcángel, patrono del Estado de la Ciudad del Vaticano», para luego indicar
que es una iniciativa planeada desde hacía tiempo, con la aprobación de su
amado predecesor, el «Papa Benedicto XVI, a quien va siempre nuestro afecto y
nuestro reconocimiento y a quien queremos expresar nuestra gran alegría por
tenerlo aquí presente hoy en medio de nosotros ¡Gracias de corazón!», dijo el
Santo Padre Francisco.
Y tras subrayar el particular relieve de la obra monumental dedicada a san
Miguel que vence al Maligno colocada en los jardines vaticanos, como por su
significado, el Papa Francisco reiteró que «es una invitación a la reflexión y
a la oración, que se inserta bien en el Año de la Fe. Miguel – que significa
¿quién como Dios? - es el campeón de la
primacía de Dios, de su trascendencia y poder. Miguel lucha para restablecer la
justicia divina; defiende al Pueblo de Dios de sus enemigos y sobre todo del
enemigo por excelencia, Satanás»: «San Miguel vence porque en Él es Dios el que
actúa. Esta escultura nos recuerda, por lo tanto, que el mal es vencido, que el
acusador es desenmascarado y su cabeza aplastada, porque la salvación se ha
cumplido una vez para siempre en la sangre de Cristo.
Aunque el diablo intenta siempre resquebrajar el rostro del Arcángel y el
rostro del hombre, Dios es más fuerte. Es suya la victoria y su salvación es
ofrecida a todo hombre. En el camino y en las pruebas de la vida no estamos
solos, estamos acompañados y sostenidos por los Ángeles de Dios, que nos
ofrecen ayudarnos a superar tantos peligros, con respecto a las realidades que
pueden apesadumbrar nuestra vida o arrastrarnos hacia abajo. Al consagrar el Estado de la Ciudad del
Vaticano a San Miguel Arcángel, le pedimos que nos defienda del Maligno y que
lo expulse». Consagración del Estado de
la Ciudad del Vaticano a san Miguel Arcángel
¡Oh glorioso Arcángel san Miguel.... vela sobre esta Ciudad y sobre
la Sede Apostólica, corazón y centro de la catolicidad, para que viva en
fidelidad al Evangelio y en el ejercicio de la caridad heroica! ¡Haznos
victoriosos contra las tentaciones del poder, de la riqueza y de la
sensualidad! ¡Sé tú el baluarte contra toda maquinación, que amenaza la
serenidad de la Iglesia! ¡Sé tú la centinela de nuestros pensamientos, que
libera del asedio de la mentalidad mundana! ¡Sé tú la guía espiritual que nos
sostiene en la buena batalla de la fe!»
Recordemos como se dio la iniciativa por el Papa León XIII:
A partir del siglo XIX, se
empezaron a rezar unas oraciones especiales luego de la Misa. Se trata de
súplicas añadidas en tiempos de tribulación, oraciones por las grandes
intenciones de la Iglesia, en las que debe participar también el pueblo, y que
por eso se rezan con los fieles en su propia lengua. El mismo León XIII, en
1886 introdujo la invocación del Arcángel San Miguel. No se trata de una nueva
oración, sino de una invocación aislada, con carácter de exorcismo, rarísima en
la liturgia romana.(Jungmann,
Josef, El Sacrificio de la Misa,
BAC página 1026). Las palabras del principio de la invocación se encuentran en
el verso aleluyático de las misas del arcángel San Miguel, el 8 de mayo y el 29
de septiembre - contra una leyenda(1) que se
iba formando acerca del origen de esta invocación, se dirige Bers (Die Gebete
nach hl. Messe: "Theol.-prakt. Quartalschrift", 87[1934] 161-163 -
Con todo, recuerdo que don Francisco Brehm, consejero eclesiástico de la
editorial litúrgica Fr. Pustetd (Ratisbona), recién vuelto de un viaje de Roma,
nos contó, hacia el año 1928, que en una sesión para la Sagrada Congregación de
Ritos en que se trataba de derogar estas oraciones, y a la que él asistió,
cuando ya todos estaban de acuerdo para suprimirlas, un anciano cardenal, cuyo
nombre no recuerdo, se levantó para contar que el mismo León XIII le había dicho que la invocación de San Miguel la
había añadido contra la amenaza de la francmasonería, movido a ello por una
revelación sobrenatural. "La ordenación de las preces finales por
León XIII fue publicada por primera vez en el Monitore eccesiastico (1885-87).Como
es sabido Pío XI, y luego Pío XII señalaron como intención de
estas preces rogar por Rusia. Oración a San Miguel Arcángel
del papa León XII: San
Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra las maldades e insidias del
demonio. Se nuestra ayuda, te rogamos suplicantes. ¡Que el Señor nos lo
conceda! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene
de Dios arroja en el infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos que
ambulan por el mundo para la perdición de las almas.
Siga el link para ver la
oración completa a San Miguel instaurada
por el Papa Leon XIII.
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