sábado, 14 de septiembre de 2013

El Vaticano consagrado a San Miguel Arcángel
Quien como Dios


El viernes 5 de julio de 2013, el Santo Padre Papa Francisco I, consagró el Estado de la Ciudad del Vaticano a san Miguel Arcángel, campeón de la primacía y del poder de Dios, y a San José, Patrono de la Iglesia Universal.
Llama la atención, este hecho que nos recuerda a al Papa León XIII y a Pio XI, que hicieron de la oración a San Miguel Arcángel, oración obligatoria en todas las misas, León XIII desde el 13 de octubre de 1884, y Pio XI pidió hacerla de rodillas el 30 de junio de 1930. La iniciativa de esta consagración se la debemos al Papa Benedicto XVI, y que la realizo nuestro actual Papa Francisco, consagración que incluyó un monumento del Arcángel Miguel en los Jardines Vaticanos: «Nos hemos dado cita aquí en los Jardines Vaticanos para inaugurar un monumento dedicado a San Miguel Arcángel, patrono del Estado de la Ciudad del Vaticano», para luego indicar que es una iniciativa planeada desde hacía tiempo, con la aprobación de su amado predecesor, el «Papa Benedicto XVI, a quien va siempre nuestro afecto y nuestro reconocimiento y a quien queremos expresar nuestra gran alegría por tenerlo aquí presente hoy en medio de nosotros ¡Gracias de corazón!», dijo el Santo Padre Francisco.
Y tras subrayar el particular relieve de la obra monumental dedicada a san Miguel que vence al Maligno colocada en los jardines vaticanos, como por su significado, el Papa Francisco reiteró que «es una invitación a la reflexión y a la oración, que se inserta bien en el Año de la Fe. Miguel – que significa ¿quién como Dios? -  es el campeón de la primacía de Dios, de su trascendencia y poder. Miguel lucha para restablecer la justicia divina; defiende al Pueblo de Dios de sus enemigos y sobre todo del enemigo por excelencia, Satanás»: «San Miguel vence porque en Él es Dios el que actúa. Esta escultura nos recuerda, por lo tanto, que el mal es vencido, que el acusador es desenmascarado y su cabeza aplastada, porque la salvación se ha cumplido una vez para siempre en la sangre de Cristo.
Aunque el diablo intenta siempre resquebrajar el rostro del Arcángel y el rostro del hombre, Dios es más fuerte. Es suya la victoria y su salvación es ofrecida a todo hombre. En el camino y en las pruebas de la vida no estamos solos, estamos acompañados y sostenidos por los Ángeles de Dios, que nos ofrecen ayudarnos a superar tantos peligros, con respecto a las realidades que pueden apesadumbrar nuestra vida o arrastrarnos hacia abajo.  Al consagrar el Estado de la Ciudad del Vaticano a San Miguel Arcángel, le pedimos que nos defienda del Maligno y que lo expulse». Consagración del Estado de la Ciudad del Vaticano a san Miguel Arcángel   ¡Oh glorioso Arcángel san Miguel.... vela sobre esta Ciudad y sobre la Sede Apostólica, corazón y centro de la catolicidad, para que viva en fidelidad al Evangelio y en el ejercicio de la caridad heroica! ¡Haznos victoriosos contra las tentaciones del poder, de la riqueza y de la sensualidad! ¡Sé tú el baluarte contra toda maquinación, que amenaza la serenidad de la Iglesia! ¡Sé tú la centinela de nuestros pensamientos, que libera del asedio de la mentalidad mundana! ¡Sé tú la guía espiritual que nos sostiene en la buena batalla de la fe!»
Recordemos como se dio la iniciativa por el Papa León XIII:
A partir del siglo XIX, se empezaron a rezar unas oraciones especiales luego de la Misa. Se trata de súplicas añadidas en tiempos de tribulación, oraciones por las grandes intenciones de la Iglesia, en las que debe participar también el pueblo, y que por eso se rezan con los fieles en su propia lengua. El mismo León XIII, en 1886 introdujo la invocación del Arcángel San Miguel. No se trata de una nueva oración, sino de una invocación aislada, con carácter de exorcismo, rarísima en la liturgia romana.(Jungmann, Josef, El Sacrificio de la Misa, BAC página 1026). Las palabras del principio de la invocación se encuentran en el verso aleluyático de las misas del arcángel San Miguel, el 8 de mayo y el 29 de septiembre - contra una leyenda(1) que se iba formando acerca del origen de esta invocación, se dirige Bers (Die Gebete nach hl. Messe: "Theol.-prakt. Quartalschrift", 87[1934] 161-163 - Con todo, recuerdo que don Francisco Brehm, consejero eclesiástico de la editorial litúrgica Fr. Pustetd (Ratisbona), recién vuelto de un viaje de Roma, nos contó, hacia el año 1928, que en una sesión para la Sagrada Congregación de Ritos en que se trataba de derogar estas oraciones, y a la que él asistió, cuando ya todos estaban de acuerdo para suprimirlas, un anciano cardenal, cuyo nombre no recuerdo, se levantó para contar que el mismo León XIII le había dicho que la invocación de San Miguel la había añadido contra la amenaza de la francmasonería, movido a ello por una revelación sobrenatural. "La ordenación de las preces finales por León XIII fue publicada por primera vez en el Monitore eccesiastico (1885-87).Como es sabido Pío XI, y luego Pío XII señalaron como intención de estas preces rogar por Rusia. Oración a San Miguel Arcángel del papa León XII: San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra las maldades e insidias del demonio. Se nuestra ayuda, te rogamos suplicantes. ¡Que el Señor nos lo conceda! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios arroja en el infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos que ambulan por el mundo para la perdición de las almas.
Siga el link para ver la oración completa a San Miguel  instaurada por el Papa Leon XIII.