martes, 18 de septiembre de 2012

Creciendo en la fe


               
TEXTO BASE: 2 Pedro 1, 3—11
Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud, por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud,
a la virtud el conocimiento, al conocimiento la templanza,
a la templanza la paciencia activa, a la paciencia activa, la piedad,
a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad. Pues estas cosas, si las tenéis en abundancia, no os dejarán inactivos ni estériles para el conocimiento perfecto de nuestro Señor Jesucristo. Quien no las tenga es ciego y corto de vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados. Obrando así nunca caeréis.
La Fe
La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de lo que no se ve. Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan. Hebreos 11, 1,6
La Virtud
Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud o valor, tenedlo en aprecio. Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros. Filipenses 4, 4-9
La sabiduría está iniciada en el conocimiento de Dios y es la que elige sus obras.  Si la riqueza es un bien apetecible en la vida, ¿qué cosa es más rica que la sabiduría, que todo lo hace?  Si la inteligencia trabaja, ¿quién sino la sabiduría es el artífice de cuanto existe? Si alguien ama la justicia, las virtudes son su especialidad, pues ella enseña templanza y prudencia, justicia y fortaleza. Sabiduría  8,4-7
El Conocimiento
Yahvé pone pleito a los habitantes, pues no hay fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios en esta tierra;  sino perjurio y mentira, asesinato y robo, adulterio y violencia, sangre y más sangre.  Perece mi pueblo por falta de conocimiento. Porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos.  Oseas 4, 1-6; 6,6
La Templanza
Hijo, a lo largo de tu vida ponte a prueba, mira lo que te hace daño y no te lo permitas. Pues no a todos les conviene todo, y no a todo el mundo le gusta lo mismo.
No seas insaciable con los placeres, ni te abalances sobre la comida, porque el exceso de comida produce enfermedad, y la glotonería acaba en cólicos. Muchos han muerto por intemperancia, pero quien se cuida prolonga su vida. Eclesiástico 37, 27-31
Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza. 2 Timoteo.1, 6-7
Paciencia Activa
Tenéis necesidad de paciencia para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido. Mi justo vivirá por la fe; mas, si es cobarde, mi alma no se complacerá en él. Hebreos 10, 36-39              

Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Romanos 5, 3-5
Considerad como un gran gozo, cuando estéis rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce paciencia; pero la paciencia ha de culminar en una obra perfecta para que seáis perfectos e íntegros, sin que dejéis nada que desear. Santiago 1, 2-4
La Piedad
Al justo que huía de la ira de su hermano ella lo guió por caminos rectos, le mostró el reino de Dios y le dio a conocer las cosas santas; le dio prosperidad en sus trabajos y  lo enriqueció; lo defendió de sus enemigos y, tras duro combate le dio la victoria, para enseñarle que la piedad triunfa sobre todo. Sabiduría 10, 10-12
Ejercítate en la piedad. Los ejercicios corporales sirven para poco; en cambio la piedad es provechosa para todo, pues tiene la promesa de la vida, de la presente y de la futura. Procura, en cambio, ser para los creyentes modelo en la palabra, en el comportamiento, en la caridad, en la fe, en la pureza. 1 Timoteo 4, 7-12
Amor fraterno
Tened entre vosotros intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados. Sed hospitalarios unos con otros sin murmurar. Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido. 1 Pedro 4, 7-10
Que el amor fraterno perdure. No olvidéis la hospitalidad; gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles. Acordaos de los presos, y de los que son maltratados, pensando que también vosotros tenéis un cuerpo. Hebreos 13, 1-4.
Revestíos de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándoos unos a otros, y perdonándoos, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros. Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el broche de la perfección. Colosenses 3,12-14
La Caridad
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros. Juan 13, 34-35
Yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Y tratad a los hombres como queréis que ellos os traten. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman. Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto! Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio; entonces vuestra recompensa será grande y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los perversos. Lucas 6, 27-35

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